A la carta : una vida en parejas?

Para que conste, mi corrector ortográfico me dice que «en parejas» no es correcto, quiere que saque la «s» ...
Creo que es tiempo de abandonar el menú del abuelo y ampliar nuestros estados civiles de soltero-casado-divorciado (un poco empinado que este último es un «estado» por cierto 😱).
Aunque no estoy segura de que sea absolutamente necesario tener que etiquetar nuestras relaciones, en esta era de racismo y políticas de identidad, encasillar nuestras relaciones sexo-sentimentales sin duda nos ayudará a sentirnos «parte de», especialmente para los que hoy en día se están probando a nuevos tipos de relaciones y que se sienten tachados de locos, inestables o incluso obsesionados: un signo astrológico, un perfil de Eneagrama o PNL nos define, nos integra, nos tranquiliza.
He aquí once perfiles de modalidad de relación, cada uno de los cuales tiene su parte de felicidad, en juego, desafío.

Relaciones románticas, legales, sexuales y/o emocionales: solo, a dos o a más, en el siglo XXI, es «a la carta».

1 - Montadito: La combinación clásica
Hasta ahí, sin sorpresas. Nos conocimos, a menudo nos amamos locamente, todavía nos amamos, de alguna manera. Prometimos compartir un proyecto de vida común, incluyó la vivienda, la exclusividad de los cuerpos, nos matriculamos a largo plazo y en los registros de estado civil.
Felicidad: seguridad emocional, seguridad relacional. ¡Seguridad!
En Juego: Respetarse a unos mismos en nuestras diferencias.
Desafío: Renovarse.

2 - Batido: La pareja fusional
Tomar dos mitades de naranja y exprimirlas hasta la vaina, agregar muchas frutas frescas y dulces de temporada y mezclar vigorosamente hasta obtener una poción de amor dulce y vigorizante.
Saborear el mayor tiempo posible (o beber a palo seco) y seguir con otra cosa.
Como dijo Claude Sarraute: «Lo que queremos es ser uno. Sí, pero ¿cuál de los dos?» 😅
Felicidad: identificación, pasión.
En Juego: mantener su identidad.
Desafío: Transformar este amor sin perder demasiadas plumas…

3 - Tortilla & Ensalada verde: La pareja independiente
Va bien junto, pero no mezclado. Un plato para la tortilla, otro para la ensalada. Cada uno mantiene su textura crujiente o tierna, su temperatura fría o caliente.
Pero se devora juntos.
Felicidad: Libertad, momentos elegidos, el aire fresco del exterior revitaliza la relación.
En Juego: Las tentaciones de nuevos descubrimientos en el espacio asignado.
Desafío: Determinar y mantener sus prioridades individuales y de pareja.

4 - Agrio, ácido y amargo: La pareja divorciada
Reconocemos el fracaso de la esperanza depositada en una de las tres parejas anteriores.
A menudo amargados y despechados, nos compensamos con luchas internas.
Este es un estado emocional al que me refiero aquí, no un estado legal: uno puede estar divorciado y bastante feliz, o en una relación que se termina en un estado emocional duro y rancio.
Felicidad: el placer del lamento, la expresión de la ira y de la venganza.
En juego: El hombre: «Tocas a mi dinero, te mato». La mujer: «Tocas a mis hijos, ya verás» ...
Desafío: que no dure demasiado.

5 - Nabo: El soltero intencional
Que se toma en serio su soltería.
Nabo. Una raíz. Comestible ... El nabo es medio áspero.
Por convicción, miedo o elección no se mezcla. Lo establece como una regla, seamos sinceros.
Felicidad: sin altibajos emocionales.
En juego: no volverse amargado o vengativo.
Desafío: evitar acabar como Incel Involuntary Celibate) y misántropo.

6 - Sensiblero: El soltero a pesar de sí mismo
Le gustaría, pero sueña tan alto que no puede encontrar un puente entre su realidad y su sueño. Su demanda es demasiado fuerte. Lo quiere todo. Pero como «todo» no es posible, sufre de «nada».
Felicidad: acurrucarse en su melancolía.
En juego: limitar su esplín y los poemas que abarrotan su bandeja de salida.
Desafío: aceptar cambiar una realidad perfecta por una realidad digna.

7 - Intermitente: El polisexual sin pareja
No quiere pareja, pero tiene amig@s o novi@s con quienes comparte momentos de intimidad que pueden variar en frecuencia, intensidad o estilo (rasgueando del PRA - Polvo Regular Afectivo al ONS - One Night Stand).
Felicidad: 100% divertido.
En Juego: no encariñarse demasiado.
Desafío: tener una vida equilibrada en cuanto a afecto y proyectos personales.

8 - Amante en serie: En parejas, pero una tras otra
Su relaciones son exclusivas, intensas, a menudo nuevas y emocionantes, pero no muy duraderas.
Felicidad: relaciones plenas e intensas que no se asientan en la monotonía.
En juego: mantener la cabeza fría y no comprometerse tirándose de cabeza.
Desafío: saber celebrar finales felices.

9 - Ensalada Mixta: La pareja polisexual
No hay voto de exclusividad sexual. Son una pareja clásica pero abierta a otros encuentros sexuales. Se puede aventurar solo o en pareja, cada uno por su lado o juntos, o a más, o no. El principio es el mismo: el objeto de la pareja está desvinculado de los juegos sexuales, pero se abstiene de cualquier deriva emocional fuera de la unión principal.
Felicidad: estabilidad relacional, seguridad emocional, plan de vida, tentempiés frescos y crujientes.
En juego: protegerse de las emociones que espichan.
Desafío: como dicen los suizos: «Mantener la iglesia en el medio del pueblo».

10 - Gazpacho: El poliemocional en pareja
No más celos, no más posesión, no más límites sobre cómo te sientes. Amamos cada vez que pasa por nuestros corazones. A menudo nos gusta mucho. Los ingredientes se mezclan o no.
Realmente no hay una pareja más importante que otra, las queremos a todas, son pequeños trozos de vida que compartimos con varias personas, muchas veces con afinidades distintas según cada una (intelectual, emocional, culinaria, sexual…).
Entre nosotros compartimos los detalles de nuestras historias, o no.
A cada uno sus ingredientes.
A cada uno su estilo de Gazpacho.
Felicidad: Dejarse atravesar por la vida.
En juego: no perderse en los amores recibidos.
Desafío: Dejar que sus emociones bailen, sin olvidar poner límites. Seguir su rumbo personal.

11 - Paella: La pareja poliemocional y polisexual
Es una pareja clásica abierta que se permite otros encuentros o relaciones sexuales y/o emocionales.
Después de haber freido las patatas, la cebolla y los huevos, otros ingredientes caseros harán las delicias de los paladares de nuestros gourmets más exigentes.
Un principal, una pareja, un amor más fuerte, un «nosotros primero» sin refutar sus emociones en relaciones íntimas con otras personas. Cuidado sin embargo, de no agregar más ingredientes que huevos y patatas y por lo tanto perder la textura misma de la tortilla ...
Felicidad: estabilidad relacional, referente emocional, proyecto de vida, riqueza emocional, tentempiés variados.
En juego: evitar los huevos revueltos. No equivocarse de pareja principal. Controlar el patinazo de las emociones fuera de la pareja principal.
Desafío: Procurar que las emociones y relaciones sexuales bailen en armonía mientras se mantiene una mano en la palanca de cambios 🙃. Conducta estilo rallye, en fin.

Las parejas 2-4 y 8-11 pueden estar cohabitando o no.

Cada una de estas configuraciones de relación puede ser adecuada para nosotros en algún momento de nuestras vidas. Pueden seguirse o alternarse. No hay orden. No siguen ninguna evolución particular.
Todos queremos cierto nivel de seguridad en algún momento, ya sea que eso signifique ser libre o sentirnos validado por el otro. Todos tenemos ciertas necesidades emocionales, más o menos importantes a lo largo del tiempo, ya sea que las proporcione el mismo par de brazos o varios. Todos tenemos ciertas expectativas sexuales, más o menos extravagantes según el momento, ya sean satisfechas por una persona o por varias (una tras otra o a la vez 😋).
Cada uno puede elegir el modo relacional que le proporcione el contexto más favorable para su propia realización en un momento m.
«Donde crece para él», diría Franck Lopvet.

Nuestro modo de relación es una predicción autocumplida: si decido que mi pareja es EMU (Exclusiva-Monogama-Ultima), decido atajar un posible nivel de frustración para seguir las invectivas de mi cultura, de mi crianza o de lo que creo que es bueno. Funciona mientras yo crea en ello.
El fallo, o la relación infeliz, es cuando tratamos de mantener una relación en una modalidad que ya no nos conviene. La honestidad con uno mismo y el reconocimiento de nuestras propias necesidades nos permite abrazar el tipo de relación que las satisfazca y que es para nosotros el más provechoso.
En lugar de exigir respuestas de una relación que claramente no puede darlas y, por lo tanto, sólo agravarlas, ¡mejor satisfacerlas en otra parte!

Moraleja: «No te molestes con el pozo que está seco y dejó de darte agua. Mejor pregúntate por qué sigues insistiendo en sacar agua en donde ya había quedado claro que ya no puedes encontrarla.»

Hablan de ello :

Sex Friends - Richard Mèmeteau
The Ethical Slut - Dossie Easton & Janet W. Hardy